Encajar la noticia de un problema serio de salud nunca es fácil, pero nosotros tuvimos la inmensa suerte de encontrar a la Doctora Villagrá. Si no hubiera sido por ella, por su cercanía y su claridad, por la seguridad que nos transmitió a mi marido y a mí desde la primera consulta, nos habría resultado imposible disfrutar del embarazo y nos habríamos perdido una de las experiencias más bonitas de nuestra vida.
Álvaro y Fernando operaron a nuestro hijo a las 5 semanas de nacer y su pericia hizo posible que no quedaran secuelas pese a resultar más complejo de lo previsto. Por ello les estamos inmensamente agradecidos, pero más aún (si cabe) por su humanidad y empatía.
A los tres, GRACIAS de todo corazón, hoy y siempre.

