Cateterismo Terapéutico. Generalidades
Autor: Dr. César Abelleira Pardeiro (Jefe de Hemodinamia, Unidad de Cardiopatías Congénitas, Hospital Universitario Montepríncipe. Madrid)
Hoy en día, la mayor parte de los cateterismos son terapéuticos, teniendo como objetivo el tratamiento de las cardiopatías congénitas.
El cateterismo terapéutico se inició hace ya 30 años con técnicas muy conocidas, como la Atrioseptostomía de Rashkind (en las imágenes superiores), realizada por primera vez en 1965, que consiste en rasgar el septo interatrial creando artificialmente una comunicación interatrial (CIA) con un catéter balón y que es esencial para que sobrevivan niños con ciertas cardiopatías, como la transposición de grandes vasos, hasta su corrección quirúrgica. En 1967 se procedió también a la extracción de elementos extraños intra-cardíacos como trozos de catéteres, dispositivos mediante cateterismo. ]

Desarrollo de nuevas técnicas

Posteriormente, en la década de los 80, y en décadas sucesivas se desarrollaron nuevas técnicas terapéuticas como las angioplastias (dilatación de vasos sanguíneos) y valvuloplastias (dilatación de válvulas cardíacas estrechas), mediante el inflado de catéteres-balón. (Ver dilataciones percutáneas), oclusión de cortocircuitos (Ver oclusiones percutáneas) y técnicas de implante de válvulas cardíacas mediante cateterismo como la válvula Melody® .

El cateterismo terapéutico es una estupenda herramienta con resultados comparables a la cirugía en muchos casos, pero con menor invasividad, riesgo y estancia hospitalaria.

¿Dónde se realiza el cateterismo cardiaco?

Para la realización de un cateterismo cardiaco se precisa de una sala de hemodinámica. Dicha sala se compone de una mesa móvil sobre la que se tumbará al paciente, uno o dos tubos de rayos X con sus respectivas pantallas en las que se visualizarán las imágenes y unos sistemas de medición de presiones. En la imagen se observa la sala de hemodinamia del Hospital Universitario Montepríncipe.

¿Cómo se hace un cateterismo cardiaco diagnóstico?

Dependiendo de la edad y preferencias del paciente, el cateterismo cardiaco puede hacerse con el paciente despierto con una sedación leve o con anestesia general. En los pacientes pediátricos siempre se hace con anestesia general.

Posteriormente, y en un ambiente de asepsia quirúrgica (gorro, mascarilla, bata y guantes estériles), se pincha con aguja en la vena y/o arteria que se vaya a utilizar para el cateterismo. En la mayoría de los casos suele pincharse en la ingle, desde donde accedemos a la arteria o la vena femoral. Otros accesos que suelen utilizarse son la arteria radial en la muñeca o la vena yugular en el cuello. Tras asegurarnos que estamos en la vena o arteria adecuadas, ponemos un introductor que nos servirá para meter y sacar los catéteres que utilizaremos durante el cateterismo.

En las imágenes superiores observamos el introductor para cateterismo antes (izquierda) y después (derecha) de ser colocado en un vaso de la ingle.
Los catéteres son tubos finos y largos que, introducidos a través de la vía de acceso, hacemos llegar hasta el corazón guiados por rayos X. En la imagen superior observamos  los diferentes catéteres y guías utilizados durante un cateterismo cardiaco.

Para dirigir dichos catéteres hasta donde queremos, a veces utilizamos guías metálicas que nos ayudan a navegar por dentro de las arterias y el corazón. Una vez que el catéter está en la cámara cardiaca deseada, podemos llevar a cabo la acción terapéutica deseada.

Una vez que se han obtenido los datos del cateterismo, se extraen los catéteres y los introductores y se presiona en los puntos donde se ha pinchado hasta que el paciente deja de sangrar, y posteriormente se aplica un vendaje compresivo sobre las zonas de punción para evitar el sangrado en las siguientes horas. Si el paciente ha sido anestesiado llega el momento de despertarlo.

Tras el cateterismo, el paciente debe permanecer en reposo completo al menos durante 12 horas para evitar los sangrados a nivel de los puntos de punción (no es necesario el reposo en cama si el cateterismo se ha realizado por vía radial). En cualquier caso, el alta suele darse al día siguiente del cateterismo, tras asegurarnos que no hay sangrados ni complicaciones tras el mismo. En 48 horas se puede asumir la vuelta a una vida completamente normal.

Riesgos y complicaciones del cateterismo terapéutico

El cateterismo terapéutico tiene lógicamente sus riesgos, complicaciones e inconvenientes, que deberán ser tenidos en cuenta y adecuadamente explicados por el profesional y entendidos por el paciente o familiares. Asimismo deberán ser explicadas las distintas alternativas diagnósticas o terapéuticas en cada caso. Según el tipo de procedimiento, existen unas complicaciones “específicas” posibles, aunque existen complicaciones generales por el hecho de realizar un cateterismo cardíaco. Afortunadamente, el riesgo de complicaciones relevantes es, en general, extremadamente bajo.

  • Riesgos inherentes a la anestesia general, necesaria en muchos procedimientos, fundamentalmente en los pacientes de menor edad.  
  • Riesgos de daño en los accesos vasculares (punciones de arterias y venas) que pueden provocar:
    • Hematomas
    • Oclusiones parciales ó incluso totales de arterias ó venas de acceso.
    • Sangrado, anemización
    • Fístulas arteriovenosas
  • Riesgos inherentes a la radiación: en la actualidad, las salas modernas de cateterismo emiten dosis relativamente bajas de radiación, y existe una conciencia de uso de la mínima dosis de radiación necesaria. A pesar de ello, existe un riesgo acumulativo secundario a la suma de radiación, fundamentalmente en pacientes sometidos a múltiples y prolongados procedimientos.
  • Embolismos: todos los pacientes sometidos a cateterismo cardíaco son tratados con anticoagulación durante el procedimiento. A pesar de ello y de un cuidado exquisito, existe una mínima posibilidad de que un trombo se genere en los catéteres o se pueda movilizar desde algún punto de forma inadvertida, y pueda moverse con el flujo sanguíneo, pudiendo ocluir un vaso sanguíneo en algún punto (embolismo). Esto mismo puede ocluir con pequeñas burbujas de aire.
  • Cuando tocamos las paredes del corazón con catéteres o guías se provocan alteraciones del ritmo cardiaco que, en la inmensa mayoría de los casos, desaparecen espontáneamente, pero en ocasiones se desencadenan arritmias que se mantienen y precisan de un tratamiento específico, como es la administración de fármacos antiarrítmicos, la aplicación de un choque eléctrico o la estimulación transitoria con un marcapasos.
  • Otras complicaciones muy infrecuentes durante la realización de un cateterismo cardiaco diagnóstico son: lesión de una válvula cardiaca, de una arteria o perforación del corazón, insuficiencia renal, infarto cerebral o fallecimiento.