Los profesionales de cardiopatías congénitas comenzamos nuestra actividad cuando los pacientes son niños y sus tratamientos e intervenciones intentan prolongar su expectativa de vida 80, 90, 100 años… Con nuestro pequeño granita de arena esos niños crecen y se convierten en adultos. Nos emociona, es un estímulo y un orgullo cuando nos enteramos de sus éxitos personales, profesionales, artísticos o deportivos al crecer y desarrollar una vida plena.
En esta ocasión os dejamos uno de los testimonios de la familia de una joven operada de Fallot hace 16 años en nuestra Unidad cuando tansólo era un bebé, Claudia. También podéis ver el video de Claudia, ya adulta, cantando el “Ave María” de Franz Schubert con una voz de ángel.
“Querido Doctor Villagrá:
Disculpe el atrevimiento de llamarle querido, pero para nosotros usted y su equipo forman una parte querida de nuestra vida.
Hoy celebramos 16 años que usted, junto a su equipo, operaron en el Hospital Universitario Montepríncipe a nuestra hija Claudia de una Tetralogía de Fallot.
Sentimos un agradecimiento infinito por su labor y entrega. Damos gracias a Dios por usted y por todo su equipo, nunca les vamos a olvidar. Muchas veces hemos pensado en las horas sin fin que le habrá tenido que robar al día, a su familia, al descanso, etc.
Usted nos vino a visitar a la clínica incluso en domingo. Siempre tuvo unas palabras amables, aunque en algunos momentos eran duras porque así era la realidad.
Estamos eternamente agradecidos. La niña está maravillosamente bien.
Dios le siga colmando de bendiciones a usted a todo su equipo, todo el personal en general y a sus familias”.
Gracias a vosotros, querida familia. Palabras así son un estímulo y un orgullo para seguir desempeñando nuestra labor con la mayor ilusión cada día sin sentir cansancio. ¡Gracias de verdad!