Estamos recibiendo un gran número de llamadas sobre la vacunación COVID en nuestros niños con cardiopatía, aquí os dejamos un vídeo de la Dra. Sandra Villagrá explicándoos nuestro punto de vista y recomendaciones
Para aquellos de vosotros que queréis más información científica os ampliamos el contenido del vídeo con este texto:
Actualmente en España están aprobadas cuatro vacunas para la COVID-19: Comirnaty (Pfizer y BioNtech); Vaxzevria (AstraZeneca), Spikevax (Moderna) y Janssen (J&J/Janssen). Todas ellas están aceptadas para administrarse en mayores de 12 años excepto Vaxzevria, que se administra a partir de los 18 años. Para los portadores de cardiopatía congénita se admiten todas las vacunas de acuerdo a la edad del paciente. La última de estas vacunas que la Agencia Europea del Medicamento ha aceptado para el grupo de edad de 12 a 17 años es Spikewax, que se administra en dos dosis separadas 4 semanas, y se ha comprobado que produce el mismo nivel de inmunización en adolescentes que en adultos.
La Sociedad Española de Cardiología Pediátrica y Cardiopatías Congénitas (Nota Prensa AEP) recomienda la vacunación COVID en los adolescentes avalado por ensayos clínicos (Vacunas niños sanos) y la American College of Cardiology recomienda vacunar en todo caso a todo paciente portador de cardiopatía congénita (Vacunas adultos con CC), ya que está demostrado que el riesgo derivado de los posibles efectos secundarios es mucho menor que el causado por la propia enfermedad. Están en especial riesgo por infección por covid los pacientes que hayan sufrido descompensación hemodinámica en los últimos 6 meses, los pacientes con hipertensión pulmonar y adultos con cardiopatía congénita con mala situación funcional, destacándose especial necesidad de vacunación en trasplantados o pacientes Down mayores de 40 años. También se consideran de especial riesgo los portadores de arritmias con insuficiente control médico. Por tanto, se recomienda priorizar en la vacunación precisamente a aquellos portadores de cardiopatía congénita en situación de descompensación hemodinámica, independientemente del tipo anatómico de que se trate.
Los efectos secundarios de las vacunas, en especial tras la segunda dosis, son frecuentes (dolor en la zona de inoculación, febrícula, dolor muscular, cefalea, etc). En el caso de la vacuna Janssen (única dosis), se han descrito efectos secundarios como zumbido de oído y trombosis con trombocitopenia, pero este riesgo disminuye considerablemente si se utiliza en personas a partir de los 50 años. También se han descrito casos aislados de miocarditis y pericarditis tras vacunación con Pfizer y Moderna. Sin embargo, en ningún grupo de edad los efectos secundarios de las vacunas son mayores que el riesgo de morir o padecer una enfermedad grave por SARS-CoV2. Por padecer la cardiopatía no aumenta el riesgo de trombosis o incremento de efectos secundarios post vacunación.
En definitiva, las dos vacunas basadas en mARN (Pfizer y Moderna) y las dos basadas en adenovirus inactivados (AstraZeneca y Janssen) están indicadas en todo tipo de cardiopatías, incluidas las congénitas, y son seguras.
En cuanto al nivel de inmunidad alcanzado con las distintas vacunas, la Pfizer administrada en ≥ 16 años protege en el 94%; la AstraZeneca en el 70%; la Janssen en 85% y la Moderna en 94%, en todos los casos reduciendo la severidad de la infección. En caso de que aparezcan efectos secundarios tras la primera dosis, es conveniente retrasar la 2ª dosis.
¡¡Ánimo y a vacunarse!!
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