Sistema de conducción. Ritmo cardiaco normal
Dr. Fernando Villagrá (Fundador de la UCC. Cirujano Cardiovascular, Hospital Universitario HM Montepríncipe. Madrid)

El sistema eléctrico (de conducción) del corazón da lugar al ritmo sinusal (ritmo cardiaco normal). Este sistema está formado por el nodo sinusal, el nodo auriculoventricular y el haz de His con su rama derecha e izquierda.

 

 

El latido cardíaco se genera en unas células especiales del corazón, el nodo sinusal, a una frecuencia de 50-150 latidos/minuto según la edad y la actividad física en cada momento. Está situado en la aurícula derecha (AD), al lado de la desembocadura de la vena cava superior (VCS). El nodo sinusal detecta las necesidades fisiológicas del cuerpo y aumenta el número de latidos por minuto durante el ejercicio o cuando uno está nervioso.

Los impulsos generados en el nodo sinusal se transmiten como la onda que se produce en el agua al arrojar una piedra, por las paredes de ambas aurículas (derecha e izquierda) de tal forma que ambas se van contrayendo de arriba hacia abajo, empujando la sangre desde las aurículas (AD y AI) hasta los ventrículos (VD y VI), tal como se puede apreciar en la imagen superior a la izquierda. El impulso eléctrico después de “viajar” a través de ambas aurículas, alcanza el nodo auriculoventricular (nodo AV) que se sitúa entre las aurículas y ventrículos.

 

 

El nodo AV recoge el impulso eléctrico y lo proyecta a las paredes ventriculares, a través de 2 cordones de células especiales (rama derecha e izquierda del Haz de His), de forma que la contracción de ambos ventrículos, el VD y el VI, se realice coordinadamente, impulsando la sangre con fuerza hacia las arterias aorta (Ao) y pulmonar (AP) que salen del corazón, tal como se puede apreciar en la imagen superior a la derecha. A la vez, las aurículas se relajan preparándose para la siguiente contracción y admiten sangre que les llega de las venas cavas (aurícula derecha) y de las venas pulmonares (aurícula izquierda). Cuando las aurículas están llenas, el nodo sinusal lanza un nuevo estímulo eléctrico provocando una nueva contracción auricular para llenar otra vez los ventrículos,  repitiéndose así el proceso.

Como ejemplo, un adolescente de 16 años  lo normal es que tenga ritmo sinusal y la frecuencia cardíaca auricular y ventricular sea de 70 latidos/minuto. Ambas cámaras cardíacas laten sincrónicamente: primero las aurículas, abriéndose las válvulas que las separan de los ventrículos (mitral y tricúspide), y después los ventrículos, cerrándose estas válvulas y abriéndose las válvulas pulmonar y aórtica.